Queridos lectores:
Cada vez que veo la
cara de Rajoy, me da un repelús. Cada vez que veo la jeta de Rubalcaba, me dan
sofocos. Con este panorama político, me había hecho el firme propósito de no
votar a ninguno de los dos en las próximas elecciones. Supongo que esto les
pasará a muchos de ustedes, decepcionados por haberles votado con toda la buena intención.
Rajoy sigue empecinado
en tratarnos como a imbéciles y así nos lo demuestra, una y otra vez. Tiene unos
ministros que dan pena; Wert, Montoro, Mato, Guindos etc. pocos se salvan de
suspender ¿Acaso alguien es capaz de explicarnos, por qué ni uno solo de los
ministros, con Rajoy a la cabeza, habla inglés?
Ustedes no se han
preguntado ¿Por qué si hasta para contratar a una persona como camarero piden idiomas?
¡Cómo es posible que para gobernar un país no sea requisito imprescindible y valga
cualquiera!
Estamos gobernados por
un hatajo de imbéciles, ignorantes, mentirosos y malas personas. Urge que les
demos su merecido en las próximas elecciones. ¿Pero a quién votar? Desde luego
ni al PP ni al PSOE.
Hay que dar su merecido a los dos partidos mayoritarios
que, son los que nos han llevado a la ruina. A mí me gusta el discurso de Ciudadanos.
Me gusta que defiendan la unidad de España con claridad. También me gusta lo
que dice UPyD. La duda que me queda es saber si cumplirían su programa, una vez
llegasen hipotéticamente a gobernar; viendo lo que ha hecho el PP, tengo derecho a pensar
cualquier cosa.
Otro punto que no
entiendo es ¿Por qué si estos dos partidos coinciden en lo principal, no se
presentan unidos a las elecciones? ¿Acaso el ego de sus dirigentes les impide
sacrificar un poquito de protagonismo personal, en aras de regenerar la vida política?
Si así fuera, quedaría
demostrado que tampoco son muy de fiar. La situación es lo suficientemente
delicada como para que quienes deciden seguir la senda política, se olviden de sí
mismos de una puñetera vez y piense en sus conciudadanos; en esos millones de
españoles que buscan desesperadamente un trabajo y no lo encuentran, sobre todo.
De Rubalcaba ya no se
ni que decir. Un individuo que se mantiene en la primera línea política desde
hace una eternidad, que participó en los GAL, en el vergonzoso caso Faisán y en
tantas tropelías, tiene que irse a su casa y dejar paso a otras personas que no
estén corrompidas ni contaminadas por haber ejercido el poder. Él, tiene un
historial peor que el del conde Drácula, pero se empecina en seguir aun cuando
el partido se hunda. Así son ellos.
Algo les pasa cuando
suben a la cúspide, que les impide comportarse como seres humanos normales. Su
humanidad desaparece, la empatía brilla por su ausencia y no tienen el menor
empacho en desdecirse de sus promesas, como desgraciadamente nos están demostrando.
Para ellos, los simples mortales, debemos ser poco menos que insectos, fácilmente
eliminables cuando les molestemos.
Yo me pregunto muchas
veces ¿Que tiene el poder que corrompe hasta a las mejores personas?.
Estimados lectores: les deseo una feliz semana.
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