jueves, 14 de noviembre de 2013

MADRID: ESTERCOLERO Y CORTE




Queridos lectores:

Como ya estaréis enterados, Madrid padece una huelga total de personal de limpieza y parques y jardines.
Vaya por delante mi simpatía y comprensión para el colectivo que defiende como puede, su puesto de trabajo. Yo también lo haría si estuviera en su lugar; no se puede jugar con el pan de más de mil familias. Ignoro los pormenores del conflicto en profundidad, pero a lo que parece, quieren dejar en la calle a 1200 trabajadores y bajarles el sueldo a los que se queden un 40%, así, con un par de narices. Las tres empresas adjudicatarias se niegan a intentar otras vías y los trabajadores siguen aguantando.

 

El resultado se traduce en un Madrid hundido entre una montaña de detritos y porquería que, amén de dar una imagen lamentable de la capital de España, hace peligrar la salud de los sufridos madrileños y de los visitantes.
Unos piquetes coactivos y violentos hacen su contribución quemando contenedores, volcando papeleras, y agrediendo a los trabajadores que intentan cumplir, los servicios mínimos. Vaya también por delante que detesto profundamente a estos piqueteros profesionales, sindicalistas de medio pelo que, nunca trabajan, pues están liberados de hacerlo y por supuesto, nunca van a ser despedidos. Los sindicalistas españoles con honrosas excepciones, son unos impresentables. ¿Cómo pueden exigir nada cuando ellos y sus máximos representantes, están pringados hasta las cejas en corruptelas de todo tipo? ¿Hay todavía algún español, que crea en estos mastuerzos?


¿Y la Alcaldesa señora Botella? ¿Dónde está  la máxima autoridad municipal de la capital? ¿Dónde sus numerosos concejales, asesores, enchufados etc.?

Pues vamos a imaginar por un momento, el día a día de la susodicha.

Son las diez de la mañana cuando una comitiva de tres lujosos vehículos enfila la calle Alcalá en dirección al Ayuntamiento. El enorme cochazo oscuro que va en el centro, lo ocupa la alcaldesa de la capital y el resto sus escoltas. Los Agentes de Movilidad que prestan su servicio en la céntrica plaza de Cibeles, agilizan el tráfico sabedores de que, la Edil, está a punto de llegar y no le gusta esperar en los atascos.


El vehículo aparca en la mismísima puerta del imponente Ayuntamiento y la señora Botella baja rápidamente y se pierde en el interior, en dirección a su impresionante despacho de 150 m. donde ya la espera su mayordomo privado (heredado de su predecesor, por cierto). Fermín que así se llama el sirviente, es un eficiente chico para todo que, trata de tener contenta a quien tan generosamente le paga (3000€ mensuales) el sueldazo.

─ Buenos días Fermín, tráigame un capuchino bien calentito que necesito despejarme. Ayer estuve en la fiesta de mi amiga Pucha, la Marquesa de Villaverde de los Cerros y tengo una jaqueca horrible.


─ Yes,  Milady─ contesta Fermín en un  perfecto inglés.
El mayordomo, que ya se sabe todo el ritual diario de su jefa, le sirve ipso facto el café y se queda a la espera de recibir nuevas órdenes, pero la alcaldesa, no tiene mucha prisa y juega distraídamente con su iPhone 5 mandando mensajes por el whatsapp, como una quinceañera. Fermín que tiene unos cuantos recados que comunicarle, se impacienta mientras ella, juega un poquito más. El factótum carraspea un poco para llamar su atención, pero no demasiado, para no alterarla.


─ Milady si usted me lo permite…. tengo algunos recados. El primero del concejal de Centro que está muy preocupado por la imagen del casco histórico con las montañas de basura. El oso y el madroño ya no se ven; los tapa la basura. Luego han llamado el concejal de Retiro, el de Arganzuela… y varios más; pero el que más enfadado está es el de Salamanca. Me ha dicho que hoy no ha podido mandar el camión de baldeo para la calle donde vive su hija, ni para Génova 13,  porque había unos manifestantes por las cercanías y los conductores se han negado  a salir.


La señora Botella deja fulminantemente el teléfono y se encara con el mayordomo.
─ ¡Qué me dices! ¿Que no han baldeado las calles donde pasean mis nietos y donde está la sede de mi partido? Esto es intolerable. Dile a mi secretaria que venga.....¡ya!
 Purita, la secretaria, entra rauda con su bloc en la mano. ─ Dígame señora alcaldesa.
─ Apunte, apunte. Vamos a contratar a 50 nuevos asesores para resolver esta huelga, y a crear una comisión para que investigue quienes son los culpables de que mis órdenes no se cumplan a rajatabla. Y llame de inmediato a los medios afines para comunicarles que el Consistorio, trabaja por los ciudadanos y blablablá. Ah... y pídame hora en mi peluquería que esta noche tengo una cena en el Ritz con mi Josemari y quiero estar muy guapa...
─ Pero Milady─ exclama Fermín─. Los comerciantes quieren saber cómo piensa usted arreglar lo de la huelga… Ya no pueden esperar más....son 10 días enterrados en basura y la salud de los madrileños peligra. Están publicándolo en toda los  medios del mundo, el turismo se resiente y…
─ ¡Basta! Se te olvida acaso que me debes fidelidad. Los barrenderos son unos quejicas… siempre están con lo de su pan y demás tonterías. Pues como dijo la reina María Antonieta: Si no tienen pan, que coman pasteles. ¡No te digo! Y a los comerciantes y ciudadanos de Madrid, que los zurzan, que yo vivo en Pozuelo y allí no hay huelga.
─ Ah Purita que se me olvidaba… aquí tiene la lista con los nombres de los nuevos asesores que hay que contratar. Ya sabe… dé prioridad a los rotulados en rojo que son los más allegados. Las condiciones las de costumbre; 6000 € al mes, coche oficial, tarjeta Visa oro etc.
─ Y ahora me voy a la pelu a ponerme guapa… y ya sabe si llama alguien, estoy reunida y no le puedo atender; hoy no estoy para nadie.
─ Lo que usted diga Milady ¡faltaría más!


Queridos lectores: como siempre, un saludo y feliz semana.



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