Queridos lectores:
Como ya estaréis enterados, Madrid padece una huelga total de personal
de limpieza y parques y jardines.
Vaya por delante mi simpatía y comprensión para el colectivo
que defiende como puede, su puesto de trabajo. Yo también lo haría si estuviera
en su lugar; no se puede jugar con el pan de más de mil familias. Ignoro los
pormenores del conflicto en profundidad, pero a lo que parece, quieren dejar en
la calle a 1200 trabajadores y bajarles el sueldo a los que se queden un 40%,
así, con un par de narices. Las tres empresas adjudicatarias se niegan a intentar
otras vías y los trabajadores siguen aguantando.
El resultado se traduce en un Madrid hundido entre una montaña
de detritos y porquería que, amén de dar una imagen lamentable de la capital de
España, hace peligrar la salud de los sufridos madrileños y de los visitantes.
Unos piquetes coactivos y violentos hacen su contribución
quemando contenedores, volcando papeleras, y agrediendo a los trabajadores que intentan
cumplir, los servicios mínimos. Vaya también por delante que detesto profundamente a estos piqueteros
profesionales, sindicalistas de medio pelo que, nunca trabajan, pues están liberados
de hacerlo y por supuesto, nunca van a
ser despedidos. Los sindicalistas españoles con honrosas excepciones, son unos
impresentables. ¿Cómo pueden exigir nada cuando ellos y sus máximos representantes,
están pringados hasta las cejas en corruptelas de todo tipo? ¿Hay todavía algún
español, que crea en estos mastuerzos?
¿Y la Alcaldesa señora Botella? ¿Dónde está la máxima autoridad municipal de la capital?
¿Dónde sus numerosos concejales, asesores, enchufados etc.?
Pues
vamos a imaginar por un momento, el día a día de la susodicha.
Son las diez de la mañana cuando una comitiva de tres lujosos vehículos enfila la calle Alcalá en dirección al
Ayuntamiento. El enorme cochazo oscuro que va en el centro, lo ocupa la
alcaldesa de la capital y el resto sus escoltas. Los Agentes de Movilidad que
prestan su servicio en la céntrica plaza de Cibeles, agilizan el tráfico
sabedores de que, la Edil, está a punto de llegar y no le gusta esperar en los atascos.
El vehículo aparca en la mismísima puerta del imponente Ayuntamiento
y la señora Botella baja rápidamente y se pierde en el interior, en
dirección a su impresionante despacho de 150 m. donde ya la espera su mayordomo
privado (heredado de su predecesor, por cierto). Fermín que así se llama el sirviente,
es un eficiente chico para todo que, trata de tener contenta a quien tan
generosamente le paga (3000€ mensuales) el sueldazo.
─ Buenos días Fermín, tráigame un capuchino bien calentito que
necesito despejarme. Ayer estuve en la fiesta de mi amiga Pucha, la Marquesa de
Villaverde de los Cerros y tengo una jaqueca
horrible.
─ Yes, Milady─ contesta
Fermín en un perfecto inglés.
El mayordomo, que ya se sabe todo el ritual diario de su jefa,
le sirve ipso facto el café y se queda a la espera de recibir nuevas órdenes,
pero la alcaldesa, no tiene mucha prisa y juega distraídamente con su iPhone 5 mandando mensajes por el whatsapp, como
una quinceañera. Fermín que tiene unos cuantos recados que comunicarle, se
impacienta mientras ella, juega un poquito más. El factótum carraspea un poco
para llamar su atención, pero no demasiado, para no alterarla.
─ Milady si usted me lo permite…. tengo algunos recados. El
primero del concejal de Centro que está muy preocupado por la imagen del casco histórico
con las montañas de basura. El oso y el madroño ya no se ven; los tapa la
basura. Luego han llamado el concejal de Retiro, el de Arganzuela… y varios
más; pero el que más enfadado está es el de Salamanca. Me ha dicho que hoy no
ha podido mandar el camión de baldeo para la calle donde vive su hija, ni para Génova
13, porque había unos manifestantes por
las cercanías y los conductores se han negado
a salir.
La señora Botella deja fulminantemente el teléfono y se encara
con el mayordomo.
─ ¡Qué me dices! ¿Que no han baldeado las calles donde pasean
mis nietos y donde está la sede de mi partido? Esto es intolerable. Dile a mi
secretaria que venga.....¡ya!
Purita, la secretaria,
entra rauda con su bloc en la mano. ─ Dígame señora alcaldesa.
─ Apunte, apunte. Vamos a contratar a 50 nuevos asesores para
resolver esta huelga, y a crear una comisión para que investigue quienes son los
culpables de que mis órdenes no se cumplan a rajatabla. Y llame de inmediato a los medios afines para
comunicarles que el Consistorio, trabaja por los ciudadanos y blablablá. Ah... y pídame
hora en mi peluquería que esta noche tengo una cena en el Ritz con mi Josemari
y quiero estar muy guapa...
─ Pero Milady─ exclama Fermín─. Los comerciantes quieren saber
cómo piensa usted arreglar lo de la huelga… Ya no pueden esperar más....son 10 días
enterrados en basura y la salud de los madrileños peligra. Están publicándolo en
toda los medios del mundo, el turismo
se resiente y…
─ ¡Basta! Se te olvida acaso que me debes fidelidad. Los
barrenderos son unos quejicas… siempre están con lo de su pan y demás tonterías.
Pues como dijo la reina María Antonieta: Si no tienen pan, que coman pasteles. ¡No
te digo! Y a los comerciantes y ciudadanos de Madrid, que los zurzan, que yo
vivo en Pozuelo y allí no hay huelga.
─ Ah Purita que se me olvidaba… aquí tiene la lista con los
nombres de los nuevos asesores que hay que contratar. Ya sabe… dé prioridad a
los rotulados en rojo que son los más allegados. Las condiciones las de
costumbre; 6000 € al mes, coche oficial, tarjeta Visa oro etc.
─ Y ahora me voy a la pelu a ponerme guapa… y ya sabe si llama
alguien, estoy reunida y no le puedo atender; hoy no estoy para nadie.
─ Lo que usted diga Milady ¡faltaría más!
Queridos lectores: como siempre, un saludo y feliz semana.
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