domingo, 24 de noviembre de 2013

España: o la conjura de los necios.





En tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan. Étienne Bonnot de Condillac.

─Tengo una resaca horrorosa Bartolo, y necesito un café con urgencia─ decía el alcalde, poniendo los pies sobre la mesa─  Ayer estuve de juerga hasta las tantas y no veas… Estoy hecho migas. Eso sí, la noche fue, de antología; mariscada gratis en Casa Eufrasio, copichuelas en el puticlub “La Perlita”, bueno…bueno la leche… No sé si sabes, que han llegado unas chicas nuevas…unos monumentos, oye.  Quien así hablaba, era Prudencio Requejo, más conocido por “El Pandereta”, flamante alcalde de Riosequillo de Abajo, un pueblo perdido de  la geografía hispana de no más de 300 habitantes. El impresentable individuo, había conseguido el cargo tras desalojar del Consistorio al anterior alcalde, Doroteo Melgarejo, más conocido como “El Chato”, gracias a una moción de censura, en la que había sido apoyado por varios concejales tránsfugas.
Uno de los que le había apoyado incondicionalmente, fue Bartolo Cienfuegos, concejal de festejos de la villa, y cabrero de profesión. El hombre, algo corto de entendederas, había exigido como contraprestación, el cargo de jefe de la policía local que, a la sazón, estaba compuesta por un componente. Con su flamante uniforme al que no faltaba detalle, se paseaba calle arriba, calle abajo, para ser visto y admirado por sus convecinos.
─ Mira el Bartolo, parece un general con tanta medalla.─ Decía Rufino uno de los jubilados del pueblo, a su vecino de banco. ─ ¿Pero ese no era medio tonto? ─ contestó  don Hermogenes, maestro de escuela retirado.─ Pues ya ve usted que no… amigo mío. Ha salido listo… no hay más que verle.
Bartolo, no quiso perder la ocasión de lucirse en su coche oficial y llamó a su conductor, que no era otro que, Nicéforo Rebollo, más conocido por “El Pirao” un conflictivo vecino, cuyo hobby era, pinchar las ruedas de los vehículos.─ “Pirao” pon la sirena, que nos vamos al bar del “Chato”. Hoy desayunamos gratis; te lo digo yo.
El bar del Chato,  situado en la plaza Mayor, era el negocio familiar del anterior alcalde. Bartolo, estaba loco por cerrárselo y  le acosaba a diario denunciándole por las más peregrinas cuestiones. ─ “Chato” tienes dos mesas puestas y solo puedes tener una…. Y… esa salida de humos…no sé, no sé.  A ver…el permiso de apertura y la licencia de actividades. ─ ¡Pero Bartolo si ya te las enseñé ayer! Sabes de sobra que las tengo ¡Esto es una persecución! No hay derecho.
─ ¡Esto es resistencia a la Autoridad y te voy a llevar detenido! Vas a saber tú quien es el jefe aquí.─ ¡No me jodas Bartolo! venga hombre…que aquí no ha pasado nada. Tómate un café y una copita...anda, que… invita la casa.
Bartolo, se hizo un poco el ofendido, justo lo que tardó “El Chato”, en servirle el café y un copazo de coñac. ─ Ponle otro de lo mismo a mi conductor ─ dijo con autoridad, mientras “El Chato, aguantaba las ganas de mandarle a hacer puñetas─ Y ya le estás llevando otro al señor alcalde ¡Estamos!─ Y que no se te olvide, que ahora mandamos nosotros y que podemos hacer, lo que nos dé la gana. ─ concluyó Bartolo.
─Vamos para el Ayuntamiento que hoy hay pleno y quiero estar presente. ─ dijo Bartolo saliendo del bar.  “El Pirao”, se puso al volante del coche policial, y con la sirena a todo trapo, enfiló la calle principal, como si fuera a apagar un fuego. ─ Fíjate Bartolo, hoy he batido el record; hemos  recorrido los 50 metros, en 7 segundos ¡Este coche es la leche macho!
El Pleno de ese viernes estaba la mar de animado. Al “Pandereta” se le había metido entre ceja y ceja, construir un polideportivo con  piscina olímpica, pista de atletismo y un moderno gimnasio. Ya tenía recalificados los terrenos y adjudicado el proyecto, a un constructor amigo que, le había prometido, una buena comisión.
 La oposición, estaba hecha un basilisco reprochándole tal despilfarro.─ ¡Pero vamos a ver “Pandereta”! ¿Para qué queremos nosotros una piscina olímpica y una pista de atletismo si en el pueblo, no hay más que viejos? ¿Vas a organizar carreras de cojos o qué?
─ ¡Señor alcalde si no te importa!─ contestó muy enfadado El Pandereta”─ Pues mira “Chato”, si los de Río Perdido  de Arriba lo tienen, nosotros también ¡No vamos a ser menos!
La descabellada propuesta del “Pandereta” y sus adláteres, se topó de frente con la obstinada oposición de don Benito, secretario municipal que, puso sobre la mesa, el espinoso tema de la financiación, del mastodóntico proyecto. ─ ¿Y con que presupuesto vamos a construirlo? Dijo el aguafiestas  de don Benito, dejando momentáneamente descolocado al “Pandereta”─  Pues subiremos la contribución, la tasa de la basura, pondremos nuevos tributos…haremos nuevas ordenanzas prohibiendo  todo lo que no esté prohibido y lo que sea menester… ─ Añadió sin cortarse un pelo.
─ ¡Sois unos sinvergüenzas y unos golfos! Gritaba exasperada la oposición, con “El Chato” a la cabeza─ ¡Orden, orden!….gritaba Bartolo muy metido en su papel.
El señor alcalde abandono el Pleno haciéndose el ofendido, seguido por su factótum, el jefe de policía. ─ ¡Ya nos han jodido el negocio Bartolo! A ver que nos inventamos ahora, para sacarles los cuartos a estos pardillos.─ ─ Oye jefe ¿Y por qué no invitamos a la Infanta y a su marido, para las fiestas del pueblo? Seguro que si les damos una buena comisión, vienen encantados y estos paletos, pagaran gustosos por ver a la realeza. ─ Buena idea…si señor…tomo nota Bartolo, tomo nota…tú llegaras lejos muchacho─ dijo “El Pandereta,  mientras le pasaba amistosamente un brazo por los hombros. ─ Amigo mío, tú y yo juntos, vamos a hacer historia;  este es el comienzo de una gran amistad.─ Siempre a tus ordenes  alcalde ¡Faltaría más!



Queridos lectores: aun cuando la historieta anterior es pura imaginación, tendrán ustedes que convenir conmigo, que es aplicable a nuestra clase política empezando por el presidente del gobierno y el jefe de la oposición, y terminando en el más oscuro alcalde de cualquier villorrio perdido. Los necios más necios del Reino, se han infiltrado en todas las instancias del poder, Gobierno,  Judicatura, Universidades, Senado, Congreso, etc. para medrar a nuestra costa, y a la vez, privarnos de nuestra libertad. Todo está infectado de mediocres, ignorantes, ladrones, canallas y gentuza sin escrúpulos que, se han adueñado de España con nuestra connivencia y pasividad. Porque, queridos amigos; aquí, no hay nadie inocente; ellos son unos ladrones sin escrúpulos, unos sinvergüenzas, pero nosotros, les seguimos votando.


La última hazaña de estos facinerosos ha sido la suelta masiva de asesinos y violadores, que ya campan a sus anchas por nuestras calles, sin impórtales un ardite la angustia y desesperación de sus víctimas. Se refugian en subterfugios mil para justificar lo injustificable. Yo, que soy una persona anónima, sin ninguna significación política, lo tengo muy claro. Si las Leyes actuales no funcionan; se cambian. Es lo único que tiene que hacer los congresistas. Pero al parecer, ellos no tienen ni la menor intención de hacerlo. Es entendible; a ellos, no les va a pasar nada, pues todos llevan escolta, coche oficial, etc.


El obsceno reparto de jueces afines, realizado la semana pasada entre PP, PSOE, CyU y PNV para la renovación del Poder Judicial es una cacicada más de Gallardón y su infesto jefe. ¡Pero claro! ¿Qué se puede esperar de un pueblo, que todavía les aclama y que son capaces de acudir bien de mañana a la Clínica Quirón de Madrid, para jalear al ilustre cojo que está haciendo bueno a su infame antepasado Fernando VII? Pues eso; yo estoy empezando a creer que los españoles actuales, somos bobos de solemnidad.
Queridos Lectores: un saludo y feliz semana.
Étienne Bonnot de Condillac. Abate de Mureau (Grenoble), 30 de Septiembre de 1714- Beaugency, abadía de Flux, 3 de agosto de 1780, filósofo y economista francés de la segunda ilustración, la de los llamados Napoleón Ideólogos








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