Queridos lectores: desde que el mundo existe el hombre poderoso ostenta una aureola especial que hace que, sus muchos defectos y miserias, aparezcan ante los simples mortales como virtudes.
Veamos:
Todos conocemos casos actuales sin necesidad de remontarnos a los libros de historia, de provectos y ancianos hombres, casados o amancebados con esculturales mujeres que podrían ser sus nietas.
Bernie Ecclestone, Flavio Briatore, Mick Jagger, Silvio Berlusconi etc. Todos poderosos, todos famosos, todos millonarios, todos mayores.
Yo siempre me he preguntado si estas esculturales y hermosas mujeres, no siente asco y repugnancia de venderse de esa manera. Porque queridos lectores
¿Alguien puede pensar que esas mujeres estarían con ellos, si fuesen probos y honrados trabajadores con una nómina de 1000 euretes? No ¿Verdad?
El término querida ha entrado en desuso en los tiempos actuales. Ahora se mira mucho la llamada "dignidad de la mujer". Yo siempre he pensado que la dignidad es otra cosa. Ser digna es no venderse. Ser digna es trabajar decentemente y ser honesta contigo y con los que te quieren. Arreglártelas con un sueldo escaso y sacar a tu familia adelante. Educar a tus hijos, cuidar a tus mayores; eso es dignidad. Lo demás es venderse al mejor postor. Cegarse por el fulgor del dinero, las joyas y el poder que, destilan los ricos y poderosos, no encierra ninguna dignidad, según mi punto de vista.
En estos últimos días las revistas y periódicos españoles nos han mostrado a la rubia maîtresse de nuestro achacoso monarca. ¿Alguien puede creerse que si él no fuera quien es, la rubia y botomixada nórdica, estaría con un señor que está tan averiado y descangallado? Noo. ¿Verdad?
Estimados amigos. El Monarca está para sopitas y buen vino, pero haciendo honor a sus lamentables antepasados y a su estirpe, seguirá encadenando escandalo tras escandalo, para desdoro de los españoles que, rojos de vergüenza, asistimos impotentes a tanta corrupción y tanto oprobio.
Y como lo cortés no quita lo valiente, le deseo una pronta recuperación de sus actuales achaques.
Un afectuoso saludo, y feliz semana.
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