jueves, 7 de marzo de 2013

LA RENUNCIA DEL PAPA

 http://youtu.be/29p4Sc3CzyQ
Este enlace que os dejo es del Booktrailer de mi libro Manos de Princesa. Espero que os guste . Un saludo



Mes de Agosto, Basílica de San Pedro en el Vaticano. Turistas y más turistas llenan el inmenso recinto.
Todos queríamos ver lo más posible del maravilloso lugar. La visita al Vaticano nos tenía levantados desde las cinco de la mañana. Calor, cansancio, todo lo dábamos por bien empleado. Estábamos extasiados contemplando la Pietá de Miguel Ángel, los cuadros de Ghirlandaio, los frescos de Miguel Ángel, las obras de Bernini, la maravillosa cúpula, y todas las maravillas que encierran sus muros. 



Tuvimos la inmensa suerte de que nos hiciera de guía, un eximio romano conocedor de todos los intríngulis de Roma, y la Ciudad del Vaticano. Este señor es un sabio conocedor y coordinador, del servicio de guías de la ciudad Eterna.
Don Carlo Votola nos deleitaba con sus conocimientos y explicaciones. Conocer Roma con él, nos transportaba a tiempos pasados. Casi veíamos a Miguel Ángel pintando la Capilla Sixtina, y a los numerosos artistas y orfebres autores de tanta belleza, cincelando el mármol, levantando sus muros y pintando su cuadros.



Estaba justamente explicando las dimensiones de la cúpula de San Pedro y sus particularidades, cuando el grupo se vio interrumpido por un murmullo sordo, y algunos ayes de dolor. Un capelo cardenalicio y un revoloteo de sotanas, se avizora a pocos pasos abriéndose camino hasta llegar a nuestro lado. Su dueño se abría paso entre nosotros, los turistas, a codazos, directamente aplicados en nuestras costillas. Le seguían un grupito de sacerdotes algo más comedidos pero con similar ímpetu y aptitud.
A mí, me extrañó mucho el comportamiento del "Príncipe de la Iglesia" del cual desconozco el nombre. Sus modales no eran los esperados de una persona de su rango; más bien parecía un vulgar y cabreado hombrecillo.


Casualmente don Carlo Votola estaba a mi lado, y se dio cuenta del codazo que acababa de sufrir, y de mi estado de estupor. Se volvió hacia mí y me dijo.

"Señora, estos son los comportamientos que alejan a los fieles de la Iglesia Católica; esta prepotencia y esta soberbia". Después dirigió al grupo que se alejaba, una mirada de hondo desprecio.


Aquel hecho me hizo reflexionar largo tiempo, y quedó grabado en mi mente de forma indeleble.

Comprendí después del escándalo "Vatileaks", que la Santa Madre Iglesia necesita cambiar mucho para atraer a nuevos conversos. Las personas de las nuevas generaciones están bastante alejadas de la Iglesia, y es un hecho incontrovertible que cada vez hay más escepticismo. No voy a entrar en las motivaciones de nadie; me basta con las mías. Yo soy creyente y recurro a Dios cada día y en cada momento. Me eduqué en la Fe Católica y en ella seguiré. Pero con la cúpula directiva de la Iglesia, me pasa como con los políticos en España; creo sinceramente que tienen que dar un cambio radical.



Si no limpian toda la porquería que esconden, acabará por contaminarles a todos.
 

A estas alturas nadie cree que Benedicto XVI haya renunciado al Papado por motivos de salud; sinceramente creo que lo ha hecho porque no ha podido acabar con la pederastia, y los escándalos sexuales y económicos que, desgraciadamente esconden los muros de la maravillosa Ciudad del Vaticano.

El mundo se mueve por el ansia de poder, de dinero y de sexo. Da igual el cargo que ocupen; es una constante en la vida de los hombres.
Todos ellos; los poderosos, harán pequeños cambios cuando no tengan más remedio; solo para que todo siga igual. Es una verdad tan cierta, como que la noche sigue al día.


Mi admiración para el Santo Padre que no viéndose capaz de cambiar las cosas, ha optado por no ser cómplice de la iniquidad. 
¡Ojalá Mariano Rajoy tomara nota!

Un saludo y feliz semana.

1 comentario:

  1. Anónimo7.3.13

    Si me pierdo, no me busques en Roma, todo y que todos los caminos conducen allí.

    ResponderEliminar