EL PAPELÓN DE LA CONSORTE

 



Cada día me pregunto desde mi óptica femenina, como puede aguantar la consorte al lado de su marido. El problema de los cuernos convertido en una cuestión pública, debe ser cuanto menos doloroso para ella, aun cuando presumiblemente, el amor, el cariño y el respeto por lo que sabemos, haga muchos años que ha desaparecido entre ellos.

Algunas personas con las que hablo me dicen que ella es ejemplar; yo no comparto esta opinión en absoluto. Una mujer no es ejemplar cuando finge formar parte de una pareja ejemplar que hace muchos años que no existe; simplemente finge mejor.

Como madre creo que tampoco ha sabido educar a sus hijos en el deber y la ejemplaridad. A la vista está. Como Reina de nuestro País tampoco me parece ejemplar su conducta; pasa más tiempo en Londres que en Madrid donde solo acude, cuando tiene que asistir a los actos institucinales. Hace sus compras en el extranjero y, que yo sepa; jamás comparte con el pueblo gracias al que tan bien vive, ninguna de sus tradiciones. ¿Alguien la ha visto alguna vez acudir a algún acto; Semana Santa, partido de fútbol de la Selección Española, etc? No ¿Verdad? Ella solo acude a las cenas de gala con sus joyones y diademas que es lo que al parecer le gusta.
 

Fui compresiva con ella durante mucho tiempo. Debe ser muy duro que tu marido no te quiera y te pasee a las amantes delante de tus narices, en un desfile interminable. Ahora ya no lo soy; cuando la he visto arropando a la impresentable de su hija y al presunto chorizo de su yerno, toda la consideración que sentía por ella se ha evaporado. ¿Que tiene el poder que hace a las personas comportarse de semejante forma y anteponerlo a la dignidad que nunca se debe perder?¿ Tanto le merece la pena seguir haciendo de Reina? Yo lo ignoro; nunca he tenido poder.
Los Españoles solo esperamos de ellos que sean ejemplares. No es pedir demasiado. A cambio les dejamos que vivan a nuestra costa en maravillosos palacios, con todo gratis total. Usar vehículos espectaculares, aviones privados, trajes de alta costura, joyas valiosas, vacaciones pagadas. Todo a costa de nuestro sudor.

 

Ahora con la situación extrema de nuestro País, con seis millones de parados, estos personajes en vez de dar la talla y por lo menos fingir que les importamos, inundan las paginas de los periódicos para nuestra vergüenza con los escándalos de corruptelas de la "amiga entrañable", "el decrépito paciente", y el resto de la tropa.
Cualquier mujer en su lugar hace mucho tiempo que hubiera dejado de fingiry hubiera puesto tierra de por medio; se hubiera instalado en Londres o en cualquier otro lugar, y así, como ciudadana anónima no subvencionada, tendría total libertad para ejercer de madre de su impresentable hija y del presunto corrupto de su yerno. Pero como Reina de los Españoles, no.

 

Queridos amigos. Os deseo unas felices vacaciones de Semana Santa. Espero que lo paséis bien y que disfrutéis. Un saludo afectuoso, y mis mejores deseos de paz y prosperidad para todos.
Con afecto.