viernes, 15 de marzo de 2013

LOS MINI JOBS




Los mini Jobs o contratos de baja remuneración y un máximo de quince horas de trabajo a la semana, empezaron a aplicarse en Alemania hacia el año 2003, y sirvieron para mantener activa la economía en una época de crisis.
En Alemania no está regulado el salario mínimo interprofesional y un 'mini Jobs' tipo, cuenta con un salario de 400 euros al mes, pero el trabajador no paga impuestos y puede hacer de forma voluntaria aportaciones a los sistemas sociales.
Las personas bajo este régimen laboral, que en Alemania son 6,8 millones de trabajadores según los últimos datos, tienen derecho a vacaciones pagadas, bajas por maternidad y enfermedad, además de a los plazos de despido.
En los casos en los que tienen hijos a su cargo o se acogen a otras condiciones, tienen derecho a una ayuda social que completa esos ingresos, de forma que no es el Estado el que ocupa de la manutención al 100%. Si el trabajador tiene que desplazarse, el Estado le paga el medio de transporte.
Repartidores, limpiadoras del hogar, cuidadores de niños o ancianos, pintores, camareros para las horas punta son las ocupaciones en las que más éxito ha tenido el 'mini Job'. En todo caso, son empleos para los que no se requiere cualificación. Y los colectivos que más se acogen a este régimen son jóvenes que encuentran así un empleo que compatibilizan con sus estudios o parados de larga duración.
Los empleados en 'mini Jobs' ven como una ventaja no desengancharse del sistema social y seguir cotizando para la pensión de jubilación, pero casi ninguno lo contempla como un empleo permanente, sino como un contrato puente hacia otra ocupación en el futuro.
El BCE  ha recomendado a España que lo aplique y  la CEOE lo ha defendido entusiasmada. Rajoy ha prometido estudiarlo; o sea.


La realidad Española

Sinceramente creo que en nuestro País lleva años instaurada una precariedad laboral que afecta sobre todo a la juventud. Muchos jóvenes universitarios trabajan algunas horas por un sueldo miserable y contratos mensuales. Estos jóvenes son explotados sin la más mínima consideración por empresarios sin escrúpulos que, se aprovechan miserablemente de la indefensión que padecen para tenerles amedrentados.


Veamos dos ejemplos.

Juan es un licenciado en Publicidad con un magnifico expediente académico. Habla perfectamente inglés y es un experto en Informática y Diseño Gráfico. Enriqueció aún más su currículo con un master que le costó un riñón. Es serio, responsable, puntual, y un excelente muchacho. Cuando tuvo que realizar las prácticas del master (obligatorias) le llamaron de algunas empresas donde le ofrecían trabajar gratis, pagándole solo el importe  del transporte. Obviamente lo rechazó. Al final le llamaron de una empresa relacionada con vacaciones donde el salario ascendía a 200 € mensuales por cuatro horas de trabajo.
Aceptó este trabajo como último recurso ya que, si unos eran malos, los otros eran peores. Al final vio recompensado su buen hacer quedándose fijo en la mencionada empresa, donde le hicieron un contrato trimestral con un salario de 1000 € por cuarenta horas semanales, y las pagas prorrateadas. Cada vez que su contrato está a punto de vence, teme y con razón, que no le sea renovado. Tiene que oír a su jefe cuando le reclama mejoras laborales o que le abonen las horas extras que hace, como le amedrenta, amenazándole con no renovarle el contrato, y jactarse de tener una larga fila de aspirantes a ocupar su puesto. ¡Un asco!
Conclusión: Juan calla y aguanta, esperando tiempos mejores.


Tania es una capacitada joven licenciada en Comunicación y Medios Audiovisuales. Pasó un año en el Reino Unido perfeccionando su inglés. Es una experta diseñadora gráfica, maneja el ordenador con maestría y habla un inglés fluido y culto. Como nuestro amigo Juan, amplió su currículo con un master en el que quedó la segunda con unas calificaciones altísimas. Como premio a tanta excelencia realizó las prácticas en una agencia de publicidad, donde la hicieron trabajar como una burra por 300 € mensuales y la despidieron sin más, al cumplir el tiempo reglamentario. Tuvo que denunciarles porque no le abonaban lo que le debían.  



Tania ha simultaneado dos trabajos a tiempo parcial que la llevaban de la ceca a la meca por unos 900 € al mes, entre los dos. Sin derecho a pagas y por supuesto explotada.
En la actualidad ha conseguido otro trabajo en el que al menos tiene derecho a dos pagas, aun cuando su sueldo es de risa.
¿Qué pasa en España?  ¿Porque los sucesivos Gobiernos han consentido y consienten que los trabajadores en nuestro País sean tratados de esta manera? En nuestro sistema laboral los trabajadores son tratados como  esclavos. Todos esos empresarios sin escrúpulos deberían estar entre rejas.
Soy partidaria de un periodo de aprendizaje y adaptación, y por supuesto, de que el empresario, pueda despedir a un trabajador si no cumple con su deber. Pero no estoy de acuerdo con la precariedad laboral que padecemos; especialmente los jóvenes. Si un trabajador cumple, tiene que tener un respaldo ecónomico acorde, y una seguridad laboral.

Desengañaos amigos; España no es Alemania. Allí las leyes se cumplen y los mini Jobs son útiles; aquí sería un cachondeo, y seguro que las cosas empeorarían todavía más. Como todo lo malo es susceptible de empeorar, el infame Rajoy copiará todo lo peor que venga de fuera. Todo lo malo, y nada de lo bueno. Amigos: esto no se arreglará, mientras los mismos corruptos de siempre sigan aupados en el poder. Hay que empezar de nuevo, desde abajo, y no votar a ninguno de los repugnantes partidos que, han consentido y consiente, que nos traten de esta manera.


Dedicado al amable lector que me pidió expresamente que tratara este tema.

Un saludo y feliz semana



 Bibliografía: El mundo. es; sección Economía

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