Queridos lectores:
Hace
unos días los medios de comunicación han publicado que, el actual
Gobierno había acordado, aplicar unas tasas sanitarias a los inmigrantes
en situación irregular dentro del territorio español.
Como
siempre, muchas personas habrán puesto el grito en el cielo clamando
contra esta medida. Yo por mi parte la encuentro correcta, y paso a
exponer mi punto de vista.
He
tratado de documentarme y no he encontrado ningún país por muy
avanzado o rico que sea, que financie gratuitamente a todo el que
quiera, Sanidad y medicamentos.
Francia, por poner un ejemplo, es un país mucho más rico que España, y en bastantes mejores condiciones económicas.
Pues
bien; allí para tener derecho a la Sanidad Pública, una persona tiene
que haber estado cotizando al Estado durante un espacio de tiempo. La
barra libre que se aplica aquí, es una sangría para el Estado que pagamos
los españoles.
A
mi me parece muy bien; es más, deseo que así se siga haciendo, que una
persona enferma sea tratada y a ser posible curada, sea legal o
ilegal. No veo que este sea el problema. El verdadero problema son los
abusos que se dan y que el Estado debería haber fiscalizado y
controlado. No se puede dejar todo en manos de las personas,
presuponiendo que todo lo hacen por necesidad, o buena fe. No, no es así.
Veamos:
Mi
vecina doña Margarita enviudó recientemente quedándose sola en este
mundo. La exigüa pensión de su marido, le fue reducida a la mitad, con
lo que la buena señora, tiene que hacer juegos malabares para llegar a
fin de mes. A sus ochenta años tiene múltiples achaques que intenta
mitigar con una compleja y abundante medicación.
Pastillas
para el reúma, para la tensión, para el colesterol, los nervios etc.
Se que lo que paga en la farmacia por estos medicamentos es poco, pero a
ella le supone un esfuerzo que la ha obligado a dejar de asistir a su
partida de cartas en el hogar del jubilado, porque no puede pagarse la
merienda, y le da vergüenza estar allí sentada toda la tarde. Se que
pasa necesidades y los que la conocemos bien, sabemos el calvario que
le supone tener que ir reduciendo su escasa vida social, por la escasez
de dinero. Las vecinas que la queremos mucho, intentamos ayudarla con
delicadeza, llevándole algunos platos de comida que ella agradece con
cariño y una sonrisa.
En
el ático del edificio viven otros vecinos de avanzada edad. Estos
tienen una saneada economía que les permite tener una cuidadora interna.
La persona que les cuida es de origen sudamericano y está en nuestro
país de forma irregular.
Obviamente
no la tienen dada de alta en la Seguridad Social, y le dan alojamiento
y comida. Le pagan un sueldo de 1000€ que ahorra integramente. Lleva
un teléfono móvil de ultima generación y va vestida a la ultima.
Cada
dos por tres acude a la consulta del medico de cabecera donde consigue
recetas y mas recetas que le dispensan religiosamente en la Farmacia
del bajo, sin abonar ni un céntimo. Sale del establecimiento con varias
cajas de paracetamol, ibuprofenos, y multitud de fármacos de todas
clases. Cada vez que la veo, pienso que la joven tiene algún problema de
salud que yo desconozco.
Intrigada
le pregunto al Farmaceutico un día que coincido con ella. Él me saca
de mi error diciéndome que todas esas medicinas que ella consigue
gratis, seguramente las enviaría a su país de origen. Me quedo muda de
asombro. ¿Cómo es posible?. Pues si señores así es, en muchos casos.
Conclusión:
La joven se embolsa sus 1000€ sin contribuir en nada al país que la
acoge, Se aprovecha de la permisividad de las Leyes, y esquilma a los
españoles todo lo que puede sin devolver nada.
Este caso es mucho mas frecuente de lo que ustedes se imaginan. ¿Falta de mecanismos de control o desidia?.
Por cierto esta señorita en cuanto hubo ahorrado lo suficiente se hizo una liposucción que le costó un dineral.
Quedó
estupenda, y en cuanto encontró otro trabajo en el que le pagaban un
poco más, dejó plantados a mis vecinos sin el menor miramiento.
Doña Margarita pasa los días viendo la tele en compañia de su gato, cada vez más sola y aislada.
¡¡Que quieren que les diga!!.
Si
mi vecina y el resto de pensionistas tiene que pagar por sus
medicinas, ¡Por supuesto que estoy de acuerdo en que paguen los
inmigrantes, salvo casos excepcionales. No podemos ignorar que la
situación en la que estamos es dura, y lo será más. Cada uno tiene que
arrimar el hombro, según sus posibilidades.
¡Feliz semana!
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