lunes, 19 de agosto de 2013

GIBRALTAR






El tratado de Utrecht, también conocido como la Paz de Utrecht o Tratados de Utrecht y Rastatt, son una serie de tratados multilaterales firmados por las Monarquías y los Estados beligerantes en la Guerra de Sucesión Española entre los años 1713 y 1715 en la ciudad holandesa de Utrecht y en la alemana de Rastatt.


En esos difíciles años donde los Borbones y los Austrias luchaban entre sí para quedarse con el reino de España y sus territorios, unos fueron apoyados por unas potencias y otros por otras. Inglaterra y Holanda apoyaron al archiduque Carlos de Habsburgo.


En agosto de 1704, una escuadra anglo-holandesa al mando del almirante Rooke y del Príncipe de Hesse- Darmstadt se dirigió a Gibraltar. Exigieron la entrega incondicional de la plaza y un juramento de fidelidad al Archiduque Carlos. El gobernador de Gibraltar rechazó el ultimátum el 1 de agosto. Durante la noche del 3 al 4 de agosto, el castillo y la misma ciudad sufrió intensos bombardeos. Sólo 80 soldados y 300 milicianos, con escasa o nula instrucción militar, dotados con 120 cañones (de los que un tercio estaban inservibles) lo defendían frente a una flota anglo-holandesa que totalizaba 10.000 hombres y 1.500 cañones.


La mayor parte de la población del Peñón fiel a Felipe V, huyó de la localidad y se refugió en diversos lugares. La mayoría se trasladó a la ermita de San Roque dando lugar a la creación del municipio de san Roque el cual aún hoy tiene la denominación oficial de "Ciudad de San Roque donde reside la de Gibraltar".
Allí se conservan objetos importantes de la historia española de Gibraltar como una imagen de la Virgen Coronada, o los documentos históricos firmados por los Reyes Católicos en 1502 concediendo su escudo de armas a la ciudad. Uno de los protagonistas de estos acontecimientos es el célebre duque de Marlborough (llamado Mambrú por los españoles). 


Nueve años más tarde, la conquista se formalizó mediante el Tratado de Utrecht (1713) en el cual España cedía al Reino Unido "la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno. Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender, enajenar de cualquier modo la propiedad de la dicha Ciudad de Gibraltar,se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla.".
 

Está pues bien claro que el primer rey Borbón de la dinastía que reinó en España, cedió un trozo de suelo patrio a los ingleses. También está bien claro que los ingleses previamente lo habían tomado por la fuerza en una acto de piratería sin precedentes a la que tan acostumbrados están. Felipe V nunca debió ceder la soberanía de este enclave arrancando a los españoles un trozo de su Patria.
Independientemente de que la situación actual sea la que es, hay que analizar por qué los ingleses tenían y tienen tanto interés (que no ha mermado un ápice con el paso de los siglos) en conservar este peñasco lleno de repulsivos monos, contra viento y marea. 



Quizá los analistas de prestigio sean conscientes, pero no el pueblo llano. Gibraltar está aún en manos de Inglaterra por su situación estratégica; simple y exclusivamente.

Veamos.

El estrecho de Gibraltar es la entrada al Mar Mediterráneo; quien controla un  estrecho controla el flujo marítimo que por él se produce, y en caso de conflicto armado, es vital tener la llave de este flujo y del comercio. España, con sus dos plazas en territorio africano, (Ceuta y Melilla) controla una orilla; los ingleses la otra. Conclusión: Jamás devolverán el peñón.
En tiempos de Franco el peñón tenía cerrada su frontera y sufría un aislamiento sólo roto por aire y mar. Con la llegada de la democracia, España abrió la frontera dándole a los habitantes del peñón una inyección de oxigeno que, con el tiempo, se ha demostrado no merecían. 
 

Ellos se han limitado a crearnos problemas de toda índole; Gibraltar es un nido de contrabandistas, blanqueo de capitales y rufianes de toda índole. No solo se ensañan con nuestros pescadores sino que facilitan el tráfico de hachís y otras drogas que entra descontrolado desde Marruecos. El Peñón es un paraíso fiscal con múltiples empresas tapadera que han montado en las mismas narices de nuestros gobernantes. Con el zombie de Zapatero se rizó el rizo cuando el inútil de Moratinos, ejerciendo de anfitrión, levantó la mano y le dio status de estadista al orangután Picardo, cruce de mono gibraltareño y andaluza de la Línea de la Concepción. Inglaterra, la gran corsaria, la gran oportunista, la gran HP. de siempre, hace la vista gorda y justifica todas las tropelías de los llanitos haciéndose la tonta. Mientras ellos anden calientes…. ¡Pues eso! ¡Qué pena no tener en la actualidad un marino como el insigne Blas de Lezo y Olavarrieta para mandárselo al chulo orangután Picardo a darle su merecido!
 

¿Por qué Naciones Unidas y la UE no apoyan a España en sus legítimas quejas? Pues muy sencillo; somos débiles y ellos lo saben.
Saben que nuestra política exterior cambia en cuanto cambia el partido gobernante; Cada uno se afana en destrozar lo que el otro ha hecho. Nadie nos teme porque nosotros somos nuestros peores enemigos.
Cuando llegó Zapatero al poder, destrozó todo lo que había hecho Aznar en política exterior, nos enemistó con los EEUU sin necesidad y nos alineó con lo peorcito de las Repúblicas Sudamericanas y Árabes  (Cuba, Venezuela, Argentina, Irán, etc.) Nuestra debilidad y nuestra división interna es aprovechada para ningunearnos y tomarnos el pelo con premeditación y alevosía.


El silente protector de chorizos, espécimen que ocupa la Moncloa en la actualidad, (Rajoy) ha seguido la misma tónica; no consensuar Política Exterior, Pensiones, Sanidad, Educación, Ordenación Territorial, etc. con el resto de partidos. Con ello nos condena a estar constantemente a merced de las nuevas inventivas de los chiflados de turno (Ministros) que cada vez son más ignorantes y lo hacen peor. 
Un pueblo débil y dividido, es presa fácil de los grandes depredadores que acechan sin descanso con sus disfraces de países serios y demócratas. Mentira gorda.  


Amigos:
Mi total solidaridad y apoyo a los pescadores de Algeciras. Estoy completamente de acuerdo con los controles exhaustivos en la frontera, y propongo que si sigue la chulería de los ingleses, se cierre "sine die" verja y que se jodan los llanitos.

Un saludo afectuoso para todos mis lectores.


1 comentario:

  1. Anónimo19.8.13

    Ole, ole y ole ¡así se habla!
    Las cosas hay que decirlas claritas y no mentir a la gente como hacen los periodicos pagados por el gobierno de turno. Gibraltar español!!!

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