Queridos lectores.
Quizá es potestad de los que ya hemos alcanzado una edad, el estar un poco de vuelta de todo.
Aprendemos que la acumulación de cosas no conduce a la felicidad, y deja de ser el objetivo fundamental de nuestra vida.
Aprendemos que se puede ser feliz con casi nada. Conciencia limpia, deber cumplido, salud , amor, y algunos bienes materiales; los suficientes para vivir con dignidad.
Aprendemos que lo verdaderamente importante en la vida es la salud y el amor de los nuestros. Los bienes materiales son necesarios, en su justa medida.
Es un alivio queridos amigos, comprobar que, después de tantos esfuerzos a lo largo de la vida, un ser humano puede vivir con algo de comida, un techo para cobijarse, y algo de ropa en el armario; aligera bastante nuestra carga.
Yo, que he recorrido el largo camino que va desde un tosco hornillo de paja (que en mi pueblo llamábamos hornillón), hasta utilizar una moderna y cómoda cocina vitrocerámica de inducción, se lo puedo asegurar.
¿Quién me iba a decir a mí, cuando luchaba con mis delgadas piernecitas llenas de tiznones, mientras intentaba cargar aquel vetusto artefacto que en verano se utilizaba para cocinar, que viviría en una moderna casa con algunas comodidades? No lo hubiera creído nunca. La vida de mi generación y las siguientes, fue dura; pero dura de verdad. Después, nuestra lucha y afán de superación, hizo que algunos saliéramos adelante contra viento y marea. Otros menos fuertes o con peor suerte, se quedaron en el camino, pero en general salimos adelante y subimos España hasta conseguir un bienestar del que los más jóvenes han disfrutado hasta ahora. Porqué queridos amigos; nuestro País salió adelante a pesar de la casta política, y no gracias a ella.
Nada debemos a esta casta de mangantes corrompidos que durante 30 años se han adueñado de las Instituciones, han promulgado Leyes que les perpetuán en el poder, les blindan sueldos descomunales, les protegen de sus fechorías, y evitan que entren en la cárcel y paguen por ello. ¡Nada!
Los españoles que vivimos aquellos difíciles años y que conseguimos a base de lucha y esfuerzo salir adelante, no le debemos nada a esta gentuza; al contrario.
Aprendimos que somos infinatamente mejores que ellos, porque luchamos con limpieza, jamás robamos ni cogimos nada que no fuera nuestro, y salimos adelante solo con nuestros méritos y los de nuestra familia.
Aprendimos que callar es de cobardes, y que seguir escuchando a los políticos es de necios. Que el poder corrompe, y que la mayoría de los que acceden al poder son fácilmente corruptibles.
Aprendimos que solo se sale adelante con esfuerzo, preparación, autocritica, y honradez.
Aprendimos que el buen nombre era el único patrimonio de los desheredados de la fortuna, y que había que conservarlo nítido e inmaculado
Nosotros los de entonces, hicimos que poco a poco los sueños fueran posibles; que fueran tomando forma, y aquella penosa vida dejara paso a otra mejor.
Conseguimos una mejora sustancial de nuestra existencia. Trabajo y esfuerzo si, pero también libertad, vacaciones, casa, comida, educación, y algunos pequeños lujos, como una moderna cocina.
Soñamos con dejarles a nuestros hijos una vida cómoda y feliz. Sin tanta lucha y tanto esfuerzo. Era lo justo, una regla no escrita. Los hijos vivirían mejor que los padres. Hasta ahora así había sido. Pero mucho me temo que las siguientes generaciones harán el camino inverso y retrocederán treinta años. Sinceramente espero y confío que no tengan que volver a cocinar con un hornillón de paja.
¡Pero esto que les importa a los que se han enriquecido a nuestra costa, burlando las normas que ellos aplican al pueblo con dureza!
Los Bárcenas, Pujoles, Junta de Andalucía, Generalidad Valenciana, Ayuntamientos, Urdangarines y banqueros, políticos de todos los signos, y demás gentuza que pulula alrededor del poder, corrompida hasta el tuétano y que ha llevado a España a la bancarrota, son los principales culpables de que la vida de nuestros jóvenes retroceda por primera vez en la Historia moderna a niveles que debería darles vergüenza, si supieran lo que es.
¡Pero ojo amigos! Si a partir de ahora, una furia ciega no os invade, y seguís dando votos y crédito a quien tan mal lo ha gestionado, los únicos culpables seréis vosotros. ¡Avisados quedáis!
Un saludo y feliz semana
No hay comentarios:
Publicar un comentario