Maruja quedó muy afectada por las confidencias de Heliodoro. Ella amaba a su padre, pero no podía perdonarle su engaño y doble vida. Muy afligida, le pidió consejo a su amiga y mentora Doña Polonia. Esta, mujer buena donde las haya, la escucho pacientemente haciéndose cargo de su dilema y prometiendole que ella le ayudaría en todo. Su apoyo era incondicional y su cariño verdadero. La dama no había tenido hijos y le tenia un cariño especial como si de su hija se tratara. Aquella noche en la soledad de su alcoba, estuvo pensando cual seria la solución mas acertada para hacer saber al afligido padre, que su hija estaba bien sin descubrir su paradero.¡Por fin!, ya con las claras del alba, se le ocurrió una idea que podría dar resultado.
PEPITO Y SU BOTELLA |
Al día siguiente hizo participe a Maruja de su plan y a esta le pareció una gran idea. No quería que su padre siguiera pensando que a ella le había sucedido algo grave. El castigo recibido ya le parecía suficiente. Era buena y generosa y en el fondo ya le había perdonado.
Para poner en marcha el plan trazado necesitaban la colaboración de Heliodoro. La mujer ya se había dado cuenta de los sentimientos que tenia hacia su protegida y había comprobado su discreción.
Le escribió una carta citándole e indicándole que era importante, y allí se presento el Boticario con cierta premura, pues pensó que ocurría algo grave.
Doña Polonia le encomendó hablar en privado con Antonio, y comunicarle que su hija estaba viva y en perfecto estado.Le haría prometer que no intentaría ponerse en contacto con ella y que esperaría pacientemente las noticias que su hija le hiciera llegar.
PEPITO |
Heliodoro regresó al pueblo e inmediatamente se puso en contacto con Antonio. Le comunico con mucho tacto que se había encontrado a su hija por casualidad, que la había encontrado bien, no haciendo mención de su nuevo aspecto. Al buen hombre casi le da un síncope de la alegría, e intentó a toda costa saber más, pero el Boticario le manifestó que no podía contarle nada, porque nada más sabia, y que así lo había prometido.
Pepito "el Guapo" se había gastado una fortuna con Adele. La había llevado de viaje a lo largo y ancho del país y algunas partes del extranjero. Gastaron sus últimos caudales en una visita a París donde pasaron dos meses viviendo a todo lujo en el Hotel Ritz. A su vuelta al pueblo Pepito comprobó horrorizado como ya no quedaba nada del patrimonio de Maruja. La casa conyugal era lo único que quedaba y estaba embargada. El muy canalla recurrió a su suegro en demanda de ayuda, pero éste no le quiso ni abrir la puerta. Desesperado y sin dinero pronto fue abandonado por Adele, que ya andaba enredada con un tratante de ganado.
HOTEL RITZ |
Aquel fue el triste final de aquel bello ejemplar de hombre, que tan mal supo gestionar los dones que Dios le dio. Maruja quedó viuda y libre de aquel yugo inmerecido que la vida le deparó, que tanto daño le hizo, y que tan cruel fue con ella.....continuará
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