sábado, 26 de noviembre de 2011

NUESTROS MAYORES


Amigos: hoy vamos a tratar un espinoso tema.
Hace mucho tiempo que me propuse abordarlo, pero las últimas circunstancias políticas de nuestro país lo han ido posponiendo.
Hoy vamos a hablar de nuestros mayores:

A mi personalmente, hay dos etapas de la vida de los seres humanos que me sensibilizan y enternecen sobremanera. Una es la infancia y otra la vejez.
Salvo situaciones anómalas (que las hay), a todo el mundo le gustan los niños. Todo el mundo cuida y mima a los menores, sean de su familia o no. Es algo instintivo.
Desgraciadamente ocurre todo lo contrario con los abuelos a los que debemos TODO. ¿Cuantos mayores viven solos y abandonados por sus familias? Lamentablemente hay más de los que nos imaginamos. En las grandes ciudades es frecuente que aparezcan fallecidos en su domicilio. Son los vecinos preocupados al no verlos, los que dan la voz de alarma y avisan a los Cuerpos de Seguridad, que en compañía de los Bomberos, acceden a sus domicilios donde los encuentran caídos, y en el peor de los casos, sin vida.




Se podría pensar que no tienen familia cercana, pero en muchos casos, no es así. La mayoría tienen hijos y nietos, que no se preocupan en absoluto de ellos. 
Hay casos mucho peores en los cuales son maltratados por estos familiares, que los deberían cuidar y proteger.
Algunos son arrojados a primeras horas del día de las casas de sus hijos, y se les prohibe volver hasta determinada hora. Lo hacen sin contemplaciones, y se les ve vagando por los parques toda la mañana. Muchos se refugian en los centros comerciales, resguardándose del frío. Allí pasan el tiempo sentados en un banco y contando sus penas al que quiera oírles.



La administración, que tan alegremente se gasta nuestro dinero en bobadas varias, no prevé buenas residencias y servicios de tutelaje para estas personas. Para acceder a una plaza en una residencia del Estado hay que ser practicamente un indigente. Si los abuelos tienen un pisito a su nombre, ya no tienen derecho a nada. Con sus exiguas pensiones tienen que hacer juegos malabares para llegar a fin de mes. 



A las residencias privadas con sus prohibitivos precios, solo pueden acceder unos pocos privilegiados. 
¿Que hacer con nuestros mayores? Desde mi modesto punto de vista, creo firmemente que los mayores deben ser cuidados por sus familias. Se debe respetar la necesidad del abuelo de vivir en su propia casa, mientras esté capacitado para ello. 


Cuando empeora su situación y salvo situaciones especiales, los hijos deben de asumir su cuidado, compartiendo entre ellos la tarea. El abuelo agradece mucho este esfuerzo y su calidad de vida, mejora considerablemente.

Los mayores se merecen un trato digno, por parte de su familia, y por parte de la Administración. Si la familia no se preocupa de ellos, es el Estado el que tiene que tomar cartas en el asunto. No se debe de inhibir en un tema tan espinoso. Hay Leyes que obligan a la familia a "preocuparse" de sus mayores, pero no se aplican. 
En una sociedad cada vez más envejecida, la Administración tiene la obligación ineludible de abordar este tema, con la máxima eficacia y prontitud.
No es justo que unas personas que están al final de su vida (en muchos casos dura), pasen privaciones y angustias, solo porque en su vejez, se convierten en un estorbo y en una carga para todos.


La crisis que padecemos los está castigando con dureza. Algunos para sobrevivir tienen que hurgar en los cubos de basura de los supermercados de sus barrios. Es una pena. Esta situación nunca debería de haberse dado, pero los gobernantes son muy culpables de que así sea. Nunca se les debería de haber congelado sus pensiones.


No olvidemos, que tarde o temprano todos pasaremos por ese camino. La vejez llega sin que nos demos cuenta. Seamos justos con nuestros mayores. Ellos se lo merecen.
Que paséis un buen día




1 comentario:

  1. Anónimo26.11.11

    Maravilloso artículo. Me alegro de que alguien sensato, diga con pocas palabras verdades como puños. Nuria y familia

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