GALERÍA DE
PERSONAJILLOS DETESTABLES.
CHAVES
& ARENAS & GRIÑÁN
Queridos amigos: Hoy voy
a hablar de mi tierra; Andalucía. Tierra hermosa donde las haya. No hay un solo
rincón en sus ciudades y pueblos que no sea maravilloso. Dios la dotó de mar,
montaña, grandes vegas y regadíos, inmensos campos de olivares. Todo es belleza
y esplendor. Los andaluces que vivimos fuera de nuestra tierra decimos cuando
cruzamos Despeñaperros, que a partir de allí ya se respira mejor. Huele
diferente.
Pero como semejante
paraíso no podía pasar inadvertido para los poderosos, fue dado como obsequio a
los numerosos nobles que los sucesivos Reyes de España creyeron
oportuno.
Hasta donde mi memoria
alcanza siempre he conocido a los típicos caciques que se adueñaron de mi
tierra, la han manejado, explotado, y hundido en la miseria desde tiempos
ancestrales.
Cuando niña conocí a
estos tipejos dueños de tierras y haciendas, de grandes cortijos y latifundios.
Estos "señoritos" explotaban a los trabajadores por cuatro perras gordas.
Carecían del más mínimo escrúpulo y trataban a sus peones peor que a sus
animales. Mi madre quedó viuda con seis hijos y jamás recibió ayuda del Estado
para sacar adelante a su prole. Fue ella con su inteligencia y esfuerzo, la que
sacó adelante a su familia contra viento y marea. ¡Qué hubiera sido de Andalucía
sin sus grandes mujeres!.
Los jornaleros andaluces
se amoldaban a la situación porque no podían hacer otra cosa. No se podía ir
contra el poder, así que se adaptaban al "viento como las mieses maduras". Los
Alba, los Medina-Sidonia, los Casablanca, los Osuna, los Medinaceli y demás
nobles, eran los dueños de todo. No había minifundios como en Galicia y
Castilla. Allí todo era de los poderosos y el resto sobrevivían como podían.
La hermosa tierra
andaluza con sus ocho provincias no contaba con ningún tejido industrial. Toda
la industria iba al norte, a las Provincias Vascongadas y a Cataluña.
El dictador Franco en un
intento de tener contentos a los nacionalistas levantiscos del Norte, les
favorecía descaradamente en detrimento del resto del Estado, con especial
inquina hacia Andalucía y Extremadura. Éramos los parias de España. Los
desheredados, los olvidados. No contábamos para nada. Tuvimos que emigrar a
donde pudimos en un afán de mejorar nuestra vida.
Sufrimos el dolor de ver
partir a nuestros padres y hermanos a otros países, en busca de un trabajo que
en nuestra tierra se les negaba. Otros se asentaron en Cataluña y Vascongadas
donde les miraban por encima del hombro.
Llegó el año 1975 y muere
Franco. Todos los que habían vivido la guerra Civil temblaron de miedo.
Afortunadamente se hizo una transición relativamente tranquila. Todos respiramos
cuando nuestra Constitución salió adelante. Pocos se dieron cuenta de que el
reparto de España en diecisiete Autonomías era una locura que a medio plazo nos
traería la ruina.
Después de las elecciones
autonómicas el PSOE se aupó al poder y ahí sigue. Es la nueva dictadura que
sufren los andaluces. Son los nuevos caciques. Pocos hogares hay en Andalucía en
los que no entre una "paguita del estado". Los socialista tienen completamente
corrompido a un pueblo que se ha acostumbrado a vivir del cuento y la
subvención. Han fabricado una generación de estómagos agradecidos con sus Eres,
su Per, y mamandurrias varias.
La oposición con el
"señorito Arenas" a la cabeza tampoco ha sabido ganar unas elecciones y
desmontar el tinglado socialista. Cabe preguntarse ¿Por qué?. Mi mente que es
bastante mal pensada (lo reconozco), piensa que tampoco han hecho muchos
méritos. ¡Que van a saber los señoritos andaluces de la vida de un obrero!.
¿O acaso están tan
pringados los unos cómo los otros?
¡La que nos espera el día
que salga a la luz toda la corrupción y la podredumbre de la Junta de
Andalucía!. Los falsos Eres, el nepotismo, la corrupción institucionalizada, el
amiguismo, no son sino un atisbo, una pequeña muestra de lo que aun no ha salido
a la luz.
Mientras tanto la clase
política aupada al poder sigue gastando a manos llenas, arruinando más si cabe
el bolsillo de los españoles. Mariano Rajoy no tiene fuelle para frenar a los
diecisiete Mini-Estados en su desenfrenado gasto público, y sacar a España de la
ruina. Ni el partido socialista sumido en sus luchas internas tampoco. Urge un
pacto de Estado. Poner freno a las Autonomías y devolver al Estado Central
competencias que fueron indebidamente transferidas. Hace falta un político que
anteponga el bienestar de TODOS al suyo personal y al de su
partido.
Yo cómo andaluza les
digo a mis paisanos. ¡Recobrad la dignidad que os han comprado por cuatro
euros!. Alzaos contra los nuevos caciques que os han relegado a súbditos, y os
tratan cómo a siervos. Los hombres tienen que vivir de su trabajo. No hay ninguna grandeza en vivir de limosna.
Amigos mios. ¡Feliz
semana!
Tengo un 25% de andaluz, y muy orgulloso de ello.
ResponderEliminarEntiendo cuanto dices. Tienes mucha razón. Y admiro el esfuerzo que habeis tenido que hacer para salir adelante. Pero eso, era cosa de antes.
Ahora es mas fácil el subsidio que el esfuerzo.
Vaya fotos bonitas! Y eso que no has sacado rincones de tu Alhambra.