Queridos lectores:
Nunca he ocultado mi simpatía hacia la ex presidenta de la
Comunidad de Madrid. Creo que su forma
de gobernar y de hacer política la distinguían
para bien, del entonces alcalde de la Capital Alberto Ruiz Gallardón, y del resto
de mediocres, corruptos y aprovechados políticos. Sobre todo admiraba su energía
y vitalidad, su forma de dar la cara, que, la elevaban ante mis ojos sobre los entonces
presidente ZP, y el aspirante y después inquilino de la Moncloa, Rajoy.
Por supuesto no comparto todas sus decisiones al frente de la
Comunidad, pero si algunas importantes. Creo que fue buena su decisión de poner
en marcha los colegios bilingües y a la vista está, que están dando espectaculares resultados. Su forma
de decir las cosas; altas y claras, sin miedo y sin ambages, me hicieron
respetarla y considerarla por encima de la media. A día de hoy sigo creyendo
que su gestión fue buena para Madrid y los madrileños.
Empecé a desencantarme cuando se empecinó en instalarnos en
las cercanías de la Capital el complejo EUROVEGAS. El tal Sheldon Adelson me
parece un personaje de las películas del Padrino, y por supuesto, sus
pretensiones de montar ese mamotreto en nuestras narices, sin aportar nada más
que el proyecto, pues no tiene financiación para su construcción, me hizo
recelar y con razón, que el tipejo es un capo mafioso de la peor especie.
Contribuyó
más si cabe a mi rotunda negativa al proyecto, cuando vi una entrevista concedida por este
tipejo a una cadena de TV americana en la que nos trataban a los españoles de idiotas y
retrasados. Nuestros políticos nos han querido acallar vendiéndonos los innumerables
puestos de trabajo que se crearían y la inyección económica tan importante que sería
para nosotros su instalación y bla, bla.
Yo lo único que veo son maletines de dinero en comisiones, tráfico
de influencias, drogas, prostitución, ludopatía y vicio. ¿Quién se beneficiaria
de la construcción de los casinos? Seguro que los de siempre; los amiguetes
generosos, los donantes del partido y
sus numerosos clanes familiares. Estoy segura que ningún jugoso contrato le llegaría
a ninguna empresa constructora que no
estuviera entre las “elegidas”
El segundo gran chasco con Esperanza Aguirre me lo llevé
cuando de la noche a la mañana hizo “mutis por el foro” y renunció a la presidencia
de la Comunidad. Mucho se especuló en aquellos días sobre las motivaciones de tan repentino cese. Pelea con Rajoy,
motivos de salud, dedicar más tiempo a su familia etc. etc.
Yo no lo creí. Conozco al personaje y sé que ella no abandonaría
un puesto de tanta relevancia por motivos tan fútiles. Pocos días después tuve
la respuesta: Esperanza Aguirre había sido fichada por una empresa catalana.
Supe entonces que su huida obedecía a otras motivaciones que desgraciadamente
desconozco. Tampoco creo que sean económicas, pues ella es rica de cuna. No es
eso; es algo más que se nos escapa pero que algún día sabremos.
Tercer desengaño mayúsculo con el personaje. Cuando el otro día
la oí decir tan convencida que teníamos que “catalanizarnos” todos. Entonces mi primer impulso
fue mandarla a hacer gárgaras.
¿Cómo puede decir esta mujer semejante majadería?
¿De que nos tienen que dar lecciones los actuales catalanes señora
Aguirre? ¿Quizá de cómo se saltan a la torera las sentencias del Tribunal
Supremo cuando no les gustan? ¿O de cómo educan a sus niños en el odio a los demás
españoles? ¿O quizá sea de cómo manipulan la Historia adaptándola a su
conveniencia? ¡No, no!, va a ser seguro de cómo incumplen el déficit fijado, y
encima nos lanzan su mantra: Madrit nos roba, Madrit nos roba.
¿Porque, supongo que no se referirá a usted, a que imitemos su
forma de dilapidar, robar y llevarse a paraísos fiscales los millones que tendrían
que emplear en Sanidad, Educación de calidad, y otras cuestiones no menos
importantes?
Señora Aguirre yo admiraba a los antiguos catalanes: admiraba
su laboriosidad, su carácter emprendedor y su seny. Admiraba sus
particularidades que entonces eran virtudes. Ahora los nacionalistas han convertido
a un amplio sector de la población, en una panda de borregos fanáticos y resabiados, que no saben mirarse nada más
que su ombligo. No me refiero a todos los catalanes por supuesto; estoy segura
que un alto porcentaje siguen siendo personas admirables, leales y trabajadoras
como siempre lo han sido.
Es esa clase política, ese sistema corrupto, que lo único que
les vende es odio a España y a los españoles como si fuéramos los causantes de
todos sus males.
Señora Aguirre: lo que usted tiene que hacer como política es
dedicarse a hacer cumplir las Leyes que nos amparan a todos, y procurar pensar más en el
bien común, que en el suyo propio.
Yo no cobro nómina de una empresa catalana como usted, y por
eso me permito decirle que, soy andaluza y madrileña de adopción, y que jamás
me catalanizaré pues estos señores actuales poco tienen que enseñarme a mí.
He leído a Espriú y a Plá porque yo he querido, y cuando he
querido, y los volveré a leer si lo considero oportuno, pero jamás dejaré que me
coman el coco y me digan lo que tengo que hacer.
Eso se llama libertad y libre albedrío señora, por si se ha
catalanizado usted tanto, que ya no sabe leer en español.
No sé si volverá usted a la primera fila política, pero si así lo
hace, le costará bastante recuperar el perdido voto de una servidora.
Le sugiero que catalanice usted a su señora madre.
Queridos lectores; feliz semana