Queridos lectores:
Aun no estoy repuesta de la vergüenza que he sentido del ridículo
espantoso que hemos padecido a cuenta del discurso de la alcaldesa de Madrid.
Ana Botella, alcaldesa de la capital de España únicamente por los
más que dudosos méritos de ser la mujer de José María Aznar, demostró ser una
incapacitada y nula maruja metida a política por obra y gracia de Alberto Ruiz Gallardón,
el nefasto alcalde, que dejó a Madrid endeudado para los restos, que, nos la
colocó en las listas para la Alcaldía, únicamente para hacerle la pelota al
influyente ex presidente.
No es que yo personalmente vea así a esta mujer. A la vista quedó su histrionismo,
su sobreactuación y su patético discurso en una lengua que no domina. Su lamentable
pronunciación del inglés, su nula capacidad de comunicar y sus lamentables
asesores de imagen, nos hicieron
avergonzar y quedar de cara al mundo, como “Cagancho en Almagro.
¿Pero quién asesora a esta mujer? ¿Acaso nadie tuvo el
suficiente valor de decirle que calladita estaba más guapa?
¡Qué vergüenza y que bochorno!
Después, para celebrar el gran éxito conseguido, la delegación española, el COE y todos los pelotas y allegados, actorcitos de 1º, 2º, y 3º fila,
alcaldes de pueblo afines, y la más variopinta fauna, se metieron entre pecho y
espalda una estupenda cena, seguida por un fiestorro por todo lo alto; eso sí:
pagado por nosotros, los de siempre. Por si fueron pocos los gastos de ese día,
hay que sumar los aviones privados, vuelos chárter, trajes rojos para las
señoras, etc., etc. etc.
No contentos con este despilfarro el presidente del COE y de
Madrid 2020, un tal Alejandro Blanco, ofreció a Rafa Nadal un avión privado
fletado por este organismo, para que nuestro estupendo tenista regresara de
EEUU. Afortunadamente Nadal rechazó tal ofrecimiento regresando en un vuelo
regular.
Luego vienen las preguntas sobre el por qué de nuestros
sucesivos fracasos, pero nadie se da por aludido; todos piensan que son
estupendos, que nuestra candidatura era la mejor, que el COI está podrido, etc.
Siempre me he preguntado por qué tienen nuestros políticos tanto
interés en que nos otorguen los J.J.O.O. y nos presentan una vez tras otra.
A lo mejor soy muy mal pensada pero lo que yo creo es que detrás
de ese empeño, no hay ni un ápice de interés por Madrid ni por los madrileños;
pienso que lo que hay es mucho dinero por en medio, dinero que terminaría en
los bolsillos de los de siempre, en comisiones, en las empresas de sus amigos,
esos que les visitan en Ferraz y en Génova, y que tantos millones les dan para
financiar sus partidos y repartirlo entre los gerifaltes.
Lo que nadie parece querer entender es que España es un País
en ruinas gracias a la corrupción de la clase política. Lo que nadie parece querer
aceptar es que estamos intervenidos por la UE, que estamos entrampados hasta
las cejas, que somos campeones del paro superando a cualquier país conocido, y que
este lodazal en el que los políticos han convertido España, nos salpica a
nosotros los ciudadanos que, enrojecemos de vergüenza cuando tenemos que oír
como nos tratan en el extranjero, dando por supuesto que todos los Españoles
somos iguales; unos perezosos, pícaros, corruptos e inútiles, hechos a imagen y
semejanza de los indeseables que nos representan.
De nada sirve decirles que los Españoles somos trabajadores,
honestos, emprendedores y fiables, porque nadie nos cree.
Si esta sarta de despropósitos y ridículos no os ha abierto
los ojos os diré que, el COI jamás nos otorgará unos juegos mientras España sea
un estercolero en el que hozan los cerdos corruptos metidos a políticos y nadie
sea capaz de cambiar esto.
Desde aquí hago un llamamiento a mis lectores; ni un voto más
a estos sinvergüenzas: si queremos podemos cambiarlo todo: sin nuestros votos,
no son nada.
A propósito; yo no quería los Juegos Olímpicos para Madrid. ¡Bastante
deuda tenemos ya!
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