En lo profundo del bosque
Vivía la ardillita Flora
Y dos Mirlos, muy, muy blancos
Del resto de las especies
Del resto de las especies
Poco querían saber
A los tres les habían dado
Patadas y puntapiés
Recogían las cosechas
Recogían las cosechas
De bellotas, nueces, piñas
Y lo hacían muy temprano
Para evitar las rapiñas
En un árbol muy cercano
Allí vivía una Cotorra
Que además de ser muy vaga
comía como una boa
comía como una boa
Les robaba su sustento
Y no contenta con eso
Les daba unos picotazos
Que les arrancaba el pelo
Casta la llamaban todos
Y este nombre que le daban
Era todo lo contrario
A como se comportaba
Fea, ladrona, promiscua
No le faltaba un defecto
Y sin embargo tenía
Una corte de respeto
Todo se debía, sin duda
Que el Buen Dios le había dado
Que era: MANIPULAR
Manipular y charlar
Charlar sin ton ni medida
No dejar hablar a nadie
Y ganarles la partida
Anestesiar al contrario
Con su voz y verborrea
No dejar pensar a nadie
No sea que no la crean
Así un día tras otro
Y sin demostrar valía
Se hacía con el tinglado
Y todo lo dirigía
Se apropió del Roble ajeno
Y su corte allí instaló
Dejando sin su morada
¡Hay crueldad más despreciable!
Que herir, mentir y hacer mal
Sabiendo bien que lo haces
Y sin reparar jamás
Pajarracos hay en el mundo
Malos, dañinos e innobles
Pero no ha habido ninguno
Como el que se adueñó del roble.
FIN
MARIJOSE . MOLINA.
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