Hoy hace un año, amiga del alma
Que dejaste este mundo y volaste lejos
A otro universo, a otra galaxia
Quizá a una estrella o a una nube blanca
Blanca como el alma de una niña buena
Que crece y no sabe qué final la aguarda
Que llega temprano pues mucho madruga
La pérfida muerte que nunca descansa
Y cómo me ves, siempre me decías
Aquellos domingos de vermut y charlas
Me siento cansada, añadías tú
Como en una copla mil veces cantada
Y yo te mentía diciéndote siempre
Te veo estupenda, guapa, mejorada
Y aún no sé si tú me creías
O fingías hacerlo por pura elegancia
Quiero creer que yo te aliviaba
Que te daba consuelo, calor y esperanza
En aquellos tiempos que todo fue negro
Que perdiste la luz, el sol y la calma
Quiero pensar que te consolaba
De la única forma que supe encontrar
Haciendo míos tus duelos y llantos
Teniéndote cerca, queriéndote más
Luego te marchaste y acabó tu angustia
Y llegaste al cielo donde ahora habitas
A esa estrella errante donde te posaste
A esa nube blanca de paz infinita
A esa bella nube que yo me imagino
Habrás adornado con flores y plantas
Sólo te suplico que guardes espacio
Cerca de tu nube, cerca de tu alma
Quiero estar contigo el día que escape
De esta vida cruel llena de quebrantos
Reírme a tu lado cuando toque hacerlo
Y velar muy juntas por los que quedaron
Me basta un trocito de estrella brillante
Para el día que marche al cielo contigo
Cerquita de ti, cerquita de Dios
Entre los luceros, entre los que amamos.
Ana Molina
26/06/2018
Que crece y no sabe qué final la aguarda
Que llega temprano pues mucho madruga
La pérfida muerte que nunca descansa
Y cómo me ves, siempre me decías
Aquellos domingos de vermut y charlas
Me siento cansada, añadías tú
Como en una copla mil veces cantada
Y yo te mentía diciéndote siempre
Te veo estupenda, guapa, mejorada
Y aún no sé si tú me creías
O fingías hacerlo por pura elegancia
Quiero creer que yo te aliviaba
Que te daba consuelo, calor y esperanza
En aquellos tiempos que todo fue negro
Que perdiste la luz, el sol y la calma
Quiero pensar que te consolaba
De la única forma que supe encontrar
Haciendo míos tus duelos y llantos
Teniéndote cerca, queriéndote más
Luego te marchaste y acabó tu angustia
Y llegaste al cielo donde ahora habitas
A esa estrella errante donde te posaste
A esa nube blanca de paz infinita
A esa bella nube que yo me imagino
Habrás adornado con flores y plantas
Sólo te suplico que guardes espacio
Cerca de tu nube, cerca de tu alma
Quiero estar contigo el día que escape
De esta vida cruel llena de quebrantos
Reírme a tu lado cuando toque hacerlo
Y velar muy juntas por los que quedaron
Me basta un trocito de estrella brillante
Para el día que marche al cielo contigo
Cerquita de ti, cerquita de Dios
Entre los luceros, entre los que amamos.
Ana Molina
26/06/2018