Como ciudadana
española, liberal y por tanto libre para expresar mi opinión sin tener que
justificarme ni dar explicaciones, no suelo discutir sobre ideologías;
es una pérdida de tiempo y deja al que lo intenta exhausto y se suelen perderamigos y parientes si esta regla no se cumple a rajatabla. Yo no permito que
nadie trate de imponerme las suyas y correspondo haciendo otro tanto.
Aclarado este punto
pasemos a otras cuestiones.
Si he decidido
hablar del “Coletas” y sus correligionarios, es porque mis lectores me lo han
demandado y yo, en cierta medida, me debo a ellos.
Algunas personas
de las que me escriben me comentan su decepción con el PP y con el actual
PSOE. Yo también estoy decepcionada, pero eso no ciega mi razón ni mi
entendimiento. Soy consciente de la miseria y ruindad de ambos partidos, pero
si el PP y el PSOE son malos, que lo son sin duda, lo que nos sobrevendría con
la instauración de un régimen comunista sería demoledor. A mí no me gusta el
comunismo, no me ha gustado nunca y nunca me gustará. He visitado algunos países
que antaño estuvieron bajo el yugo de la hoz y el martillo y lo que allí he
visto me ha curado, en el supuesto caso de que alguna vez me hubiera
tentado dicha ideología.
El comunismo es,
sin duda alguna, lo peor que le puede pasar a una nación porque destruye todo
lo que toca, todos los valores cristianos de solidaridad, caridad y humanismo
desaparecen para dar paso a la bajeza moral que anida en la inmensa mayoría de
los seres humanos. En un país comunista sólo sobreviven los afectos al régimen, el
resto de ciudadanos son espiados, controlados y acallados porque la libertad
de expresión desaparece por completo. Miedo y miseria se instalan entre la
sociedad, desaparece la propiedad privada y la justicia y los medios de
comunicación son engullidos por la maquinaria del poder, dejando a los ciudadanos indefensos ante semejante engranaje: ejem. Corea del Norte, Venezuela, Cuba, etc.
Nunca votaré a ningún
partido comunista por las siguientes razones:
1º.- Nunca daré mi
voto a ningún extremista sea del signo que sea.
2º.-Nunca votaré a
unos jóvenes que han tenido todas las oportunidades que yo no tuve y sin
embargo están llenos de odio, rencor y ansias de revancha.
3º.-Jamás me
fiaré de unos analfabetos funcionales por muy profesores universitarios que
sean. (Que estos individuos hayan obtenido un título, da una idea del bajo
nivel de nuestras universidades).
4º.- Estos
individuos dicen que abrirán las fronteras españolas en cuanto lleguen al poder
para que entre todo el que quiera, así con dos c… Pues que no cuenten conmigo.
No quiero una inmigración descontrolada vagando por las calles y viviendo
subsidiados a mi costa. Que los adopten ellos con sus sueldazos de profesores
del odio y el extremismo.
5º.- Jamás votaré
a unos individuos que confraternizan con los etarras, esos asesinos con las
manos manchadas de la sangre de 1000 españoles inocentes. Nunca contribuiré con
mi voto a que esos viles terroristas anden sueltos por las calles riéndose de
sus víctimas.
6º.- Yo amo a nuestra
Bandera y a nuestro Himno, lo cual no quiere decir que me gusten los políticos que los utilizan cuando les conviene. Sólo unos analfabetos resentidos pueden
identificar nuestros símbolos con el franquismo. (En 1976 se hizo una Transición democrática y se acordaron por unanimidad que estos serían nuestros símbolos)
7º.- Los comunistas y separatistas no
quieren a España y se avergüenzan de ella. Entonces ¿por qué quieren dirigirla?
La respuesta es simple, solo les mueve el odio, la revancha, el ansia de poder
y la avaricia.
8º.- Yo quiero una España unida, próspera y justa.
Estos chicos solo quieren destruirla. Los nacionalismos deben ser condenados no
alentados y protegidos.
9º.-Nunca votaré
a un partido que no preconice y proteja la propiedad privada.
10.-La corrupción
(presuntamente, claro está) ya está incrustada entre sus líderes. El misterio de
su financiación y sus empresas fantasmas, sin empleados ni sedes, no auguran
precisamente limpieza ni honradez.
Y por si las diez razones anteriores no fuesen suficientes, yo jamás votaré a unos
individuos tan mugrosos,con tan mal gusto para elegir sus atuendos y sus peinados. Cuando
veo al señor Iglesias, con esa pelambrera en la cual parece hacer mucho tiempo
que no entra un peine, me sulfuro. La España de Isabel y Fernando, no puede ser
representada por semejante cohorte de extramistas con tan mal gusto.