lunes, 22 de julio de 2013

LA DIFERENCIA






Queridos lectores: acabo de regresar de unas vacaciones en el extranjero; concretamente de Escocia.

Para los que ya conozcan este lugar que forma parte del Reino Unido, no será una sorpresa lo que allí sucede. Sinceramente yo entendía más bien poco el problema nacionalista de este país.
En mi ignorancia creía que era uno más de estos movimientos nacionalistas que aparecen como las setas en un lluvioso día otoñal.  

  
Cuando me documenté un poco antes de iniciar mi recorrido, ya vislumbré que el problema de esta hermosa tierra era bien distinto de los existentes en el suelo patrio.

Aquí todo lo que cuentan los nacionalistas catalanes y vascos, es una tremenda mentira; una falacia, transmitida en escuelas y libros de texto y encaminada a reescribir la Historia. 

 

 En Escocia la historia es real; Inglaterra les ha machacado siempre a través de los siglos pretendiendo exterminarlos cosa que no consiguió gracias a la unión de los clanes que pudo lograr William Wallace antes de que los nobles escoceses comprados por el rey inglés Eduardo I, le traicionaran y le llevaran hasta el cadalso.  

 Después se instauró la monarquía y desde el siglo XII aproximadamente, ha sido un reino aunque continuó siendo acosada por los reyes ingleses. Recuérdese  a María Estuardo y a Isabel I, que no tuvo ningún empacho en encerrarla y decapitarla cuando le pareció conveniente.

Los escoceses en una gran proporción, no quieren ser ingleses y yo lo entiendo. Solo han recibido por parte de Inglaterra humillaciones y opresión. 


 No obstante todas estas consideraciones, son tremendamente respetuosos con la Monarquía y sus símbolos. Nadie en Escocia dirigiría una pitada a su Reina, al Príncipe de Gales, o al Himno Nacional. Son educados y respetuosos con el sistema actual, aun cuando no cejen en intentar conseguir la independencia.

Supondrán ustedes que yo sentí una sana envidia cuando lo comprobé. 


 Aquí en España los despreciables nacionalistas no se cortan un pelo; pitan a nuestro Himno, a nuestros Reyes y a nuestros Príncipes.

Yo me pregunto ¿Por qué tenemos que soportar eso? ¿Acaso hay que dejarles irse de rositas después de cada demostración de bestialidad? 


 Lo digo bien alto; detesto profundamente a todos estos animales a los cuales mantenemos el resto de españoles. Deseo que sean expulsados de España con una buena patada en el trasero; que se levanten aduanas a lo largo de todo el territorio, y que no puedan vender en nuestro País ni un tornillo sin pagar aranceles,  y  por supuesto, sin llevarse ni un céntimo cuando esto ocurra. También exijo que se les bloquee eternamente y que jamás, jamás, puedan entrar en la Unión Europea ni en el Euro.


 Me encantaría perderles de vista, dejar de darles dinero en un vano intento de que algún día se sacien. No se cansaran nunca ¿Por qué lo van a hacer si así les va bien? Hacen lo que quieren y encima les pagamos por ello. ¿Cabe mayor imbecilidad por parte de nuestros Gobiernos?



Queridos lectores; Os deseo a todos un feliz verano y unas buenas vacaciones.