Confieso, amigos lectores, que a día de hoy, me encuentro inmersa
en el dilema de votar, o no votar, a los candidatos que, como por arte
de birlibirloque, han saltado a la “arena de la plaza” ante la cercanía de las
elecciones municipales. Desde los políticos profesionales (y digo profesionales
con connotaciones negativas) hasta los emergentes, todos rivalizan en prometernos el oro, y
el moro, al igual que aquellos charlatanes feriantes que iban por los pueblos
de España vendiendo lotes de mantas. Nada
ha cambiado, salvo que estos charlatanes
actuales, solo salen de sus madrigueras en época de elecciones. Sistemáticamente
nos quieren vender la burra de sus muchas bondades, de lo buenísimos y honrados
que son etc.
Y digo yo. El PP ha tenido casi cuatro años para cumplir su programa
electoral, para corregir sus errores, para fulminar a sus corruptos, para
mejorar Leyes aberrantes y, para pararle los pies a esos impresentables
catalanes que, día sí, día también, alardean de sus delitos, de su falta de
modales, y de su avaricia extrema, abochornando a los ciudadanos que, soportamos
como podemos, este despliegue de malos modos y de incumplimiento de las Leyes y
ahora, se atreven a salir de sus guaridas sin el menor atisbo de autocrítica,
a decirnos que no, que estamos equivocados, que lo han hecho muy bien, que nosotros somos tontos y bastante burros, y
por eso no entendemos la magnitud de su magnífica obra.
Rajoy alardea de su milagro económico como si de repente, hubiera
desaparecido el paro y no existieran unos sueldos miserables que, apenas
permiten a las familias sobrevivir. Como si de repente, y solo gracias a su sabiduría,
nos hubiéramos convertido en la primera potencia económica. Nada dicen de esos miles de jóvenes que
abandonan España porque aquí, son sistemáticamente maltratados por un sistema corrupto
y fuertemente viciado, donde solo consiguen buenos puestos de trabajo, los
parientes, amantes, lameculos y afines, de los responsables políticos. Puro
nepotismo que nada tiene que envidiar al caciquismo de los Siglos XIX y XX.
Yo me pregunto algunas veces, si para esta mierda de
democracia que tenemos, teníamos los españoles que sufrir tanto. Sufrir una guerra civil y cuarenta años de
dictadura, para esta porquería. ¿De verdad merece la pena toda esta parafernalia
de, Congreso, Senado y votaciones cada cuatro años, para vivir en este lodazal
en el que la basura que nos representa, nos miente y manipula, simula que tenemos
una Democracia de primera?
Yo, que me considero liberal y por ende LIBRE y no obligada
a ningún partido, credo, ni familia ideológica, abomino del bipartidismo
PP-PSOE, mismos perros con distintos collares, y manifiesto mi total
disconformidad con la gestión del actual Gobierno y del anterior, principales
causantes del estado de desintegración de nuestra sociedad y nuestra Patria.
Lo digo alto y claro: jamás votaré a ningún partido que no
defienda la Libertad, la Igualdad, la Defensa de la Vida, la Propiedad Privada,
el Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, y la Unidad de España, y al que no le
guste, que se rasque.